Para gustos, colores. Pocas veces la restauración de un templo o un bien patrimonial ha provocado tanta controversia como la registrada en Villahermosa del Río, donde los trabajos llevados a cabo en el campanario han despertado el malestar de un buen número de vecinos por el impacto visual resultante de las actuaciones. Para asombro de los habitantes de este pequeño municipio de la comarca del Alto Mijares, la torre presenta actualmente una imagen totalmente distinta a lo que durante los últimos 80 años estaban acostumbrados a ver.

La polémica se ha trasladado a las redes sociales, donde los detractores de la intervención critican los trabajos y muestran su sorpresa por el resultado final de la colorida torre. Los residentes lamentan el contraste con la fachada de la iglesia, de piedra, así como la falta de explicaciones para entender la transformación.

El Ayuntamiento no quiere posicionarse en el conflicto, si bien no entiende este tipo de restauración, que no se ajusta a la estética general del templo religioso y supone una ruptura respecto al estado anterior del campanario.

Una división de opiniones que se evidencia aún más durante este fin de semana con motivo de las celebraciones previstas por el 250º aniversario de la parroquia, que mañana presidirá el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López.

Ante la división de opiniones del pueblo, el obispado ha optado por invitar a la comida de celebración a los vecinos con el fin de atraer al máximo número de asistentes. Un evento al que no está prevista la asistencia de ninguna autoridad municipal, provincial ni autonómica.

Los actos empezaron ayer con una conferencia sobre el templo. Esta tarde, a las 20.00 horas, tendrá lugar en la iglesia un concierto benéfico para el campanario, a cargo de la Ronda Villa de Llucena. El donativo libre será de 2 euros. La agrupación interpretará música tradicional religiosa de las localidades del alrededor.

Y mañana, tras la misa que presidirá a las 11.30 horas el obispo y concelebrarán varios sacerdotes, saldrá la comitiva en procesión hasta la fachada del campanario. Allí el prelado bendecirá las obras. Tras ello, intervendrán para explicar los trabajos realizados la restauradora, Lucía Perete; y el inspector de Patrimonio Artístico Mueble de la Conselleria de Cultura, José Luís Gil.

De hecho, en su día, la Iglesia avaló las intervenciones, realizadas bajo la dirección de la delegación de Patrimonio de la diócesis, y de la Conselleria, y que han supuesto una inversión de unos 100.000 euros, de la cual el propio obispado aporta un 25% (25.000 euros) y la parroquia, a través de donativos de los fieles, el 75% restante (75.000 euros).

Los inspectores comprobaron cómo la rehabilitación «se ajusta a los orígenes del que en sus inicios aparecía con abundante ornamentación cromática y que, gracias a las fotografías antiguas y a las catas que se han realizado, se ha podido reconstruir».