Si alguien se ha preguntado alguna vez qué siente aquella persona a quien le invade el Síndrome de Stendhal, en Benicarló puede intuir sus síntomas o, al menos, dejarse seducir por los placeres del paladar, la vista y la elevación del espíritu. Y es que la Concejalía de Cultura ha lanzado el proyecto Mecenatge de l’art, con el que se pretende patrocinar a creadores locales y, a la sazón, alimentar cuerpo, mente y alma de los comensales, que acudan a los siete restaurantes que se han sumado al proyecto. En ellos se expone la obra pictórica y fotográfica de otros tantos artistas de Benicarló.

“Se unen dos formar de arte, el de la cocina y el del talento plástica, por lo que el restaurante se convierte en un ámbito de la cultura más viva y cercana”, asegura el edil del área, Josep Barberá.

Fuera de los museos y salas de exposiciones, las obras cobran un nuevo protagonismo en comunión plenaria con las creaciones culinarias, concibiendo un ambiente cálido en el que saborear exquisiteces gastronómicas a la vez que se es testigo del atractivo efecto integrador de la palabra y la catarsis colorista que destilan las obras de Román Doménech, expuestas en Tràngol. También se puede disfrutar del espíritu creativo de Pura Roig, en Neptuno; de la joven promesa Marina Puchal, en el San Rafael; de los cercanos paisajes de Peñíscola y Benicarló de José Bayarri, en El Cortijo; o de las poliopsias de Alfredo Altabás, en el Xuanet. El recorrido concluye con el retrato comprometido del estudio de fotografía creativa Javier Roda & La Pepa, en el Sant Gregori; y la muestra de pintura de Jesús Maestro, en el Xanadú.

El proyecto Mecenatge de l’art, que cuenta con el apoyo de la Asociación de Restauradores y la Cámara de Comercio de Castellón, ha empezado a caminar y, en principio, se llevará a cabo hasta finales de octubre, si bien, no se descarta que pueda ampliarse el plazo, los establecimientos y las manifestaciones artísticas, involucrando también a músicos. H