La Generalitat Valenciana, propietaria del edificio 167 de la avenida José Ortiz de Almassora, popularmente conocido como Grupo B, está llevando a cabo obras en la fachada del inmueble para evitar desprendimientos a la vía pública. Los trabajos dan respuesta al informe elaborado por la responsable del Servei Municipal de Manteniment i Logística sobre las medidas de seguridad ante el peligro de la caída de elementos a la acera, según informaron ayer fuentes del Ayuntamiento.

Así, varios operarios se emplean en la retirada del revestimiento de azulejos de cantos de forjado, entre la segunda y la quinta planta de la finca; así como de elementos anclados a la fachada y cubierta en mal estado como pueden ser tendederos, antenas particulares, cableado o las barandillas de las propias ventanas. La previsión es que las actuaciones duren unas dos semanas.

Esta solicitud se realizó el pasado agosto, después de que el gabinete autonómico tapiara las ventanas del primer y segundo piso, así como el resto de posibles accesos para frenar la entrada de personas. Además, el informe técnico también señalaba la «acumulación de basuras en los balcones, que aceleran la degradación del edificio y pueden causar nuevas patologías». En este sentido, también se prevé su eliminación, un hecho que aminoraría considerablemente el riesgo de incendio como el originado en el 2013, en el que murió una mujer que accedió de forma irregular al bloque.

El pleno aprobó el pasado septiembre pedir permiso al Consell para entrar a elaborar un informe que acredite el estado de ruina técnica en el que se encuentra el edificio. Un trámite del que aún no hay respuesta. Por ello, desde el PP solicitan copia de este expediente: «Entendemos que a las puertas de aprobar el presupuesto autonómico, quienes gobiernan Almassora deberían exigir una partida para demoler el inmueble en 2018», apunta su portavoz, Luis Martínez.