El fenómeno de la aparición de enjambres de abejas en entornos urbanos está alcanzando cifras de récord este año. En el último mes, solo en la Plana Baixa se habrán retirado unos 200.

Por poner un ejemplo, en la Vall d’Uixó, la Policía Local ha intervenido en 29 ocasiones, de las cuales 18 han sido la última semana. En concreto se encarga de esta tarea un agente, Rubén Marín, que tiene la apicultura como afición. A parte de las retiradas que ha efectuado para el Ayuntamiento, calcula que entre él y un amigo apicultor habrán actuado unas 60 veces más en los últimas dos semanas entre Alfondeguilla, Xóvar, Algar, Almenara, Xilxes, la Llosa y la Vall.

El fenómeno se repite en muchas localidades y la explicación ya la adelantó Mediterráneo hace unas semanas: el confinamiento general ha llevado a muchos apicultores «no profesionales y que no tienen autorización para atender las colmenas» a no supervisar los apiarios y, en consecuencia, el proceso natural de reproducción de estos artrópodos provoca que las reinas busquen un lugar donde poder instalarse.

RESPUESTA URGENTE

Como en el caso de Marín, Javier Ventura, apicultor de Burriana afincado en la Vilavella, en los últimos 30 días habrá retirado un centenar de estas aglomeraciones de insectos entre Burriana, Nules, la Vilavella y Moncofa.

Tal ha sido el incremento de la demanda de sus servicios que ha tenido que echar mano de cajas que ya tenía retiradas para poder acoger los nuevos enjambres. Apicultor de cuarta generación explica que «mi abuelo, que está en casa, está encargándose de arreglar las colmenas que teníamos retiradas, las pinta y las deja listas para que pueda utilizarlas». Y así, toda esa cantidad de abejas está ahora controlada y produciendo miel, en concreto la de azahar. Marín y Ventura esperan que sea un buen año.

Además de en número, algunos de estos enjambres destacan por su tamaño. Rubén Marín lleva 26 años relacionado con la apicultura y asegura que «en todo ese tiempo, solo había retirado otro similar al que retiramos en la Vall en la fuente del patio de una casa». Cuando lo normal hasta ahora es que fueran «de unos 200 o 300 gramos, lo que serían unas 15.000 abejas, ahora suelen ser de unas 50 o 60.000, pero este tendría unas 120.000».

CUIDAR LAS ABEJAS, FUENTES DE VIDA

Tanto Javier Ventura como Rubén Marín insisten en la necesidad de alertar a las autoridades cuando se detecta un enjambre y nunca sucumbir a la tentación de romper el enjambre o quemarlo. Estos insectos son esenciales para los ciclos naturales de las plantas y en los últimos años «cada vez hay menos, por la contaminación, los insecticidas» y su función va mucho más allá de hacer miel.

Que el confinamiento está afectando directamente a la reproducción de las abejas es evidente. Marín asegura que el año pasado por estas fechas «habríamos retirado unos 3». En contrapunto, solo el sábado pasado localizaron 6 y el viernes otros 9. A su modo de ver, tiene que ver con la falta de mantenimiento de algunas colmenas, pero también con que las lluvias están facilitando una gran floración silvestre.