Los vecinos de la calle San Quintín de la Vall d’Uixó están conviviendo estos días con obras. Son las que el Ayuntamiento retoma para la recuperación del barrio del Roser, en una de las zonas más antiguas de los cascos históricos.

El área urbana, conocida popularmente como l’Alcúdia, llevaba «más de 6 ó 7 años» sin ser objeto de ninguna intervención de mantenimiento o restauración, como explicó ayer la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé. El último proyecto desarrrollado en los alrededores «fue el plan E, pero no abarcó toda la zona.

canalizaciones / El objetivo principal de esta iniciativa es sustituir las canalizaciones del agua «tanto del alcantarillado como de suministro a los domicilios, porque fácilmente puede tener unos 50 años y estaban provocando problemas de reventones y roturas». Así que, dentro del plan de inversiones que anualmente, por contrato, debe ejecutar la empresa que gestiona el servicio de suministro del agua potable, Facsa, para este año incluyeron esta reforma, que se une a otras recientes como la realizada en la plaza del Centro o al barrio ecológico, «donde revisaron el alcantarillado para evitar inundaciones».

La remodelación no solo supondrá la mejora de las infraestructuras hidráulicas subterráneas, también permitirá el adoquinado del vial, por lo que darán cumplimiento a una reivindicación vecinal. «Acabar con el mal estado del asfalto, que estaba muy deteriorado», señaló Bartolomé.

El plan responde «al criterio establecido por los técnicos del departamento de Urbanismo, que han considerado que había que adecuar la calle con adoquín y sin aceras», reforzando el trazado de un enclave histórico.

Aunque las primeras previsiones establecen que las tareas estarán finalizadas en un plazo de dos meses, como máximo, la concejala advirtió que «todo dependerá de si se producen o no hallazgos arqueológicos».