En respuesta al malestar hecho público este lunes por parte de la AMPA del colegio Cervantes de Nules, el alcalde de la localidad, David García, aseguró ayer que «la empresa necesita unos 15 días para acabar de rematar algunas cosas» en las obras de reforma del centro educativo.

El de esta escuela es uno de los proyectos del Edificant que el Ayuntamiento comenzó a ejecutar en el 2019. La previsión inicial era que la reforma estuviera finalizada en el mes de septiembre, pero un imprevisto, cuando procedían a abrir el hueco para una escalera de emergencias, cambió todos los planes iniciales.

Los técnicos de la empresa constructora detectaron graves deficiencias en varias de las vigas que sustentan la primera planta. Era septiembre, en vísperas del inicio del curso escolar. La respuesta inmediata fue buscar una salida para los alumnos de Primaria que no podían ocupar sus aulas, pues las obras iban a alargarse. Decidieron trasladar a los de 1º y 2º a las dependencias de la biblioteca y el comedor, y los de 3º a 6º los reubicarían en el CEIP Pedro Alcázar.

Retraso tras retraso

Inicialmente, dijeron a las familias que los niños volverían en noviembre a su colegio. Pero no fue así, pues el problema era más grave de lo que creían. Cuando comprobaron que su traslado provisional iba a alargarse, pidieron unas mejores condiciones en su centro de acogida, pues habían estado compartiendo espacios, como el gimnasio o el comedor. Sus demandas fueron escuchadas, con la esperanza de que en diciembre pudieran recuperar la normalidad. Tampoco fue así. La última fecha que les dieron fue el 7 de enero.

El día 30 de diciembre visitaron las obras junto al director territorial de Educación, representantes municipales y la dirección. Entonces les informaron de que deberán esperar 15 días más.