La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó ayer que el almacén de gas Castor, situado frente a la costa de Vinaròs, no generó ningún daño ambiental, aunque sí tener que pagar «la gestión de una infraestructura enormemente costosa e innecesaria». Ribera, en respuesta a quienes le recordaron en la Comisión para la Transición Ecológica que fue ella quien firmó la declaración de impacto ambiental (DIA) de esa instalación, como secretaria de Medio Ambiente en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que rubricó la DIA, tal y como establece la ley, porque siempre ha tenido una «confianza inmensa» en los funcionarios de su equipo.

No obstante, señaló que «el lío del Castor tiene muy poco que ver con una declaración de impacto ambiental», y se persiguió preservar la seguridad.