Ribesalbes no ve salida a los dos macroproyectos iniciados hace una década en este pequeño municipio de la Plana Baixa, que cuenta con apenas 1.300 habitantes. Se trata de la residencia de la tercera edad, cuyo presupuesto alcanza los tres millones de euros y de la que únicamente se ha ejecutado el 20%; y el centro socio-cultural, presupuestado en más de 3,5 millones de euros, de los que ya hay gastados 700.000 euros y del que queda por desarrollar el 80%. Ambas actuaciones forman parte de las que se anunciaron con cargo a programas como el Plan E, que impulsó el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, o el Plan Confianza, del Consell que presidía entonces el popular Francisco Camps.

“Para nosotros ambas infraestructuras son totalmente inviables, ya que nuestro presupuesto anual se limita a 800.000 euros”, explicó el alcalde, el socialista César Pallares, que esta legislatura ha cogido las riendas de la alcalda, gracias a una coalición de gobierno con Junts per Ribesalbes, después de casi 30 años de gobierno del Partido Popular.

“Hemos mantenido reuniones con las Consellerias de Obras Públicas y Sanidad e intentaremos que, bien la administración o la empresa privada se puedan hacer cargo de estos proyectos, ya que generarían empleo, aunque lo veo difícil”, apuntó Pallarés. H