La lluvia hizo acto de presencia ayer por la tarde en distintos puntos de la provincia, pero no fue suficiente para detener al fuego e impedir el cumplimiento del ritual de cada 19 de marzo de la Nit de la Cremà. Las localidades con tradición fallera de Castellón, representadas por Burriana, Benicarló, la Vall d’Uixó y Almenara entraron en calor con las llamas purificadoras que cerraron las Fallas.

La participación ha sido multitudinaria desde la semana pasada en las calles de estos municipios para celebrar una tradición que presume de declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Anoche también fue el broche de un intenso calendario de citas desarrollado durante los últimos meses.

Burriana dijo adiós a unas fallas para la historia bien pasada la medianoche, cuando ardieron los últimos monumentos y nacía un nuevo ciclo fallero. Fue sobre las 20.00 horas el instante en el que las llamas comenzaron a aparecer por las calles con la quema de las obras infantiles. Casi al unísono comenzaron a escucharse tracas y verse castillos de fuegos artificiales, signo inequívoco que comenzaba la cremà.

A partir de las diez de la noche, pero ya de manera escalonada y con los bomberos presentes, ardieron los monumentos grandes. Los primeros en convertirse pasto de las llamas fueron los de la Vila, Camí d’Onda, Jaume I y Sant Josep. Más cerca de la una de la madrugada le llegaba el turno a las últimas fallas del ejercicio 2018. Fueron las plantadas por las comisiones de Chicharro, Don Bosco, Mercé y Club 53, la del primer premio y una de las que mayor expectación levantó.

CON RETRASO //

Fue Benicarló donde la lluvia quiso ser más protagonista y deslució, aunque no paralizó, la clausura de las celebraciones, pero si obligó a retrasar la quema de las fallas infantiles.

A pesar de ello, el clima reinante fue el de la emoción contenida, en unos casos, y de auténtico desconsuelo en otros. Entre lágrimas, la gran familia fallera vio como las creaciones de las trece agrupaciones eran devoradas por las llamas que se reflejaban en las pupilas de la multitud.

En los monumentos grandes inauguraron la quema El Caduf y La Carrasca y, con un intervalo de media hora entre cada tanda, les siguieron: El Grill y La Barraca, Els Cremats y Amics del Foc, El Campanar y Els Conquistaors, Mercat Vell y La Paperina, y, por último y en solitario al tratarse de la vencedora, la Falla Benicarló, creación de Sergio Fandos.

En la Vall d’Uixó también estuvieron muy pendientes del cielo que descargó en más de una ocasión. Tras la misa, el foco se trasladó a la plaza del Mercado con la mascletà. La recta final se vivió en las comisiones. A partir las 22.00 horas se inició la cremà de las fallas infantiles y las grandes.

Mientras que en Almenara se celebró la quema de monumentos del Compromís y Plaça Els Pescadors.