La Conselleria de Obras Públicas ya cuenta en su poder con una propuesta consensuada por vecinos y Ayuntamiento para modificar el trazado de la polémica rotonda de acceso a la Vall d’Uixó a la altura del barrio Carmaday.

A diferencia de lo que ha venido sucediendo hasta ahora, la disparidad de criterios y el cruce de acusaciones ha dado paso al acuerdo, creando un frente común frente a la Administración autonómica a la que, como aseguró el concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Ferreres, van «a pedirle que priorice esta cuestión al máximo». «Seremos muy insistentes al respecto», avisa.

la condición inamovible / El presidente de la AAVV, Wenceslao Jiménez, y dos de sus integrantes estuvieron el miércoles pasado en el Ayuntamiento, donde entregaron su propuesta sobre el rediseño de la citada glorieta. Como recordó Ferreres: «La Conselleria había planteado dos alternativas y nosotros les hemos devuelto una de ellas adaptada a los intereses de los afectados que, ante todo, exigen alejarla al máximo de las casas».

Lo cierto es que la idea presentada por los técnicos de Obras Públicas apenas aparta la pastilla central de los inmuebles. Idean un desplazamiento considerable, pero dibujan un mayor diámetro de la circunferencia central. Los vecinos prefieren ocupar un mayor número de metros en los terrenos que se expropiaron hace años (aunque no se registraron hasta hace unos meses) y marcar una distancia de seguridad considerable entre el carril de circulación y la vivienda más próxima.

Como suele decirse, la pelota ahora está en el tejado de Conselleria. El representante vecinal mostró su malestar porque les «prometieron una reunión con técnicos que no se ha producido». Al respecto, Ferreres afirma que si Generalitat tiene problemas para mover a sus trabajadores, están «dispuestos a ir con los residentes a València».