La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, se reunió ayer con el subdirector general de Movilidad, Josep Llin, para conocer la versión final de la obra de la rotonda que se ejecutará entre la N-340a y la CV-135 (carretera de Càlig). Una inversión que desde de la Generalitat valenciana se considera prioritaria y por eso la ejecutarán a lo largo del primer semestre del 2018.

En concreto, tal y como se puede comprobar en el proyecto definitivo, está previsto construir aceras y pasos para peatones, con uno en cada cruce de la glorieta. En cuanto al paso subterráneo existente, se mantendrá, pero se habilitará exclusivamente para transeúntes y bicicletas.

Miralles se ha mostrado «muy satisfecha» con la noticia y afirmó que «esta actuación dará solución a la reivindicación histórica del Ayuntamiento para resolver el conflicto del tráfico de este cruce». Además, la munícipe añadió que la nueva rotonda «encaja perfectamente con la aspiración del municipio de convertir la nacional 340a en un bulevar».

La Conselleria de Obras Públicas, Transporte y Movilidad es la responsable de las actuaciones que mejorarán la seguridad vial en la intersección de estas carreteras. El autor del proyecto es Lorenzo Bañuls y el director del mismo, José M. Santaúrsula.