Los recuerdos gustativos son muy selectivos. Cuando se realiza un viaje se memorizan los lugares, experiencias, pero si algo no se olvida, por mucho que pase el tiempo, será lo bien o lo mal que se comió. Y en el afán de atesorar el mayor número de recuerdos positivos, en cualquier destino se buscan las especialidades propias, la gastronomía autóctona, para que el paladar se dé un homenaje fiel a las vivencias.

Gastronomía viajera

Se viaja porque los monumentos, edificios o entornos naturales de otras ciudades son inamovibles y solo se pueden disfrutar en plenitud en los desplazamientos hasta el lugar donde se encuentran. Pero a la comida le gusta conocer mundo, como quedó patante ayer con sabores y olores de las rías gallegas, que se instalaron en la terraza del Estany de Nules.

La experiencia fue posible gracias a la decisión del Ayuntamiento de «sacar a la gente a la calle, ofrecer cosas que hacer para los vecinos y los turistas al aire libre», según explica la concejala de Turismo, Mª Jesús Gabaldón. Y para tratar de innovar apostaron por hacerlo a lo grande: con una pulpada histórica de la mano de un cocinero de récord, Adriano Cubelos, que en el año 2014 consiguió hacer la tapa de pulpo más grande del mundo. Para ello empleó 508 kilos de este cefalópodo, cocinados al unísono en 11 calderas de cobre —como las que pudieron verse en la convocatoria de Nules—, que después sirvieron en una inmensa tapa de madera de cinco metros de diámetro.

La de ayer no pretendía ser una jornada de récord, pero sí un interesante atractivo gastronómico, el que ofrece un producto de calidad, traído expresamente desde Camariñas y preparado por un experto, propietario de una food truck, la Pulponeta, con la que ha estado en varias ocasiones en la provincia de Castellón, llegado desde Ponferrada.

Quienes participaron en la programación en Nules pudieron degustar otras opciones culinarias, al ritmo de la música y en un buen ambiente, pero viajar hasta Galicia con el paladar fue una experiencia que bien merece un recuerdo de los buenos.