El Ayuntamiento de Burriana aprobó anoche en sesión plenaria, con los votos favorables del equipo de gobierno --PSOE y Compromís--, encabezado por la alcaldesa, Maria Josep Safont, y el no en bloque los tres partidos de la oposición --PP, Vox y Ciudadanos-- el presupuesto para el 2020, que se caracteriza por las inversiones y el aumento de los recursos en el área de servicios sociales.

Las cuentas ascienden a un total de 33.692.864,73 euros, un 14% más respecto al 2019, que irán destinados, entre otras cosas, a la licitación de nuevos contratos para optimizar los servicios municipales de limpieza y recogida de basuras, mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos, promover la ocupación o adecuar los caminos rurales.

Entre las inversiones a ejecutar el próximo ejercicio, destacan los 3,9 millones de euros que irán destinados a la primera fase de la construcción del nuevo instituto Jaume I, la reconcentración de los servicios sociales en el edificio del antiguo ambulatorio (1,75 millones), el proyecto de regeneración del barrio La Bosca (673.462 euros) y la primera fase para ejecutar el parque urbano del Arenal (90.000 euros).

La concejala de Hacienda, Cristina Rius, defendió que el programa presentado en el pleno es «coherente, prudente, inversor y social», e hizo hincapié en que se trata de una propuesta «muy trabajada», que define un proyecto de ciudad marcado por las inversiones de 10 millones de los Feder para hacer una Burriana «más amable y habitable».

CRÍTICAS // Aunque las cuentas impulsadas por el PSOE y Compromís vieron luz verde en la sesión plenaria, el plan ratificado ayer no satisface a ninguno de los tres grupos de la oposición. El portavoz del PP, Juan Fuster, aseguró que continúa sin ver «un proyecto de ciudad en estos presupuestos», puesto que

«no van a mejorar los servicios municipales», sino a «castigar fiscalmente» a las familias con la subida de los impuestos. «Son incapaces de gestionar, no ejecutan las inversiones, les gusta plantear proyectos, pero no ejecutarlos», recriminó el popular.

En una línea similar, Juan Canós, de Vox, considera que las cuentas aumentarán la presión fiscal entre los vecinos, pero las inversiones reales serán las mismas.

«Aumentar el cánon a una empresa externa como es el Arenal Sound podría aliviar la carga de los impuestos», reprochó, a la vez que aseguró que echa de menos para el próximo ejercicio una actuación como la construcción de la demandada pasarela del Clot.

Por su parte, Maria Jesús Sanchis, portavoz de Ciudadanos, arguyó que buena parte de las inversiones del presupuesto del año pasado no se llevaron a cabo y que, aun así, «suben los impuestos para llevarse 100.000 euros a sus bolsillos». Criticó también que solo vayan a destinarse 14.000 euros para la agricultura, ya que «no basta con hacerse la foto en la manifestación de los agricultores, hay que trabajar por ellos». También apostó por revisar los requisitos para poder acceder a las prestaciones sociales, dado que a muchas familias «con necesidades y que precisan ayuda» les niegan las solicitudes.