La Policía Local de Almassora ha salvado de morir ahogado a un hombre de 79 años que se atragantó comiendo una naranja. Fue su hijo quien alertó del atragantamiento de su padre al retén, a través de una llamada telefónica que movilizó a los agentes de servicio hasta el domicilio, donde comprobaron la gravedad de los hechos.

A su llegada, el varón se encontraba amoratado a causa de las dificultades para respirar. Uno de los agentes le realizó de inmediato la maniobra de Heimlich, o comprensión abdominal, a fin de desobstruir el conducto respiratorio bloqueado.

La intervención del policía resultó decisiva para extraer el pedazo de la naranja que obstruía las vías del afectado, que inmediatamente recobró el ritmo respiratorio habitual. No obstante, una unidad del centro de salud y una SAMU se desplazaron hasta el domicilio y le aplicaron una mascarilla de oxígeno. Después, se le trasladó Hospital General para chequear su estado de salud tras el suceso.

Acciones de socorro

Esta acción decisiva se suma al auxilio a una vecina de 70 años que perdió la consciencia tras caer en la vía pública y sufrir un profundo corte en la cabeza. Una unidad de la Policía Local se desplazó hasta el lugar de los hechos, mientras que otra patrulla recogió al equipo sanitario del centro de salud. Los profesionales le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar durante los 45 minutos que tardó en recuperar el ritmo cardíaco. También se le derivó después al Hospital General.

«Es indudable que la rápida y decisiva intervención por parte de los agentes de la Policía Local ha permitido salvar dos vidas, un hecho que confirma que la constante formación de los agentes en primeros auxilios, atenciones en urgencias y uso del desfibrilador garantizan su respuesta ante este tipo de situaciones extremas», defendió ayer el edil de Seguridad Pública, Santiago Agustí.