La novena edición de la Fira de la Cirera de la Salzadella ha tenido un inmejorable arranque, a pesar de la lluvia caída en algunos momentos de la mañana. El alcalde, Cristóbal Segarra, ha indicado que, en comparación con el primer día del pasado año, «ha habido un notable incremento de visitantes, y también de venta de producto». Entre las razones que explican las buenas perspectivas, el primer edil apunta a que la actual temporada «está siendo de las mejores de los últimos años, gracias a que las condiciones del tiempo han sido óptimas, con poco viento y escasez de lluvias, con lo que el producto se comercializa con una gran calidad».

La apertura contó con la presencia del secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero; acompañado del director territorial de este departamento en Castellón, Antonio García Sanz; el diputado provincial Francisco Juan Mars; y el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, además de alcaldes de localidades próximas. El chef Raúl Resino, que cuenta con una estrella Michelin, hizo una demostración culinaria.

Durante este fin de semana se cuenta con 120 puestos, de los que 10 están dedicados de forma exclusiva a la venta de cerezas, «y otros ofrecen productos relacionados, como licores, pasteles o buñuelos», apuntó Segarra.

El resto de espacios constituye una muestra de la artesanía y las actividades tradicionales que se desempeñan tanto en la Salzadella como en los pueblos de la zona. La celebración es un incentivo para el municipio, con la afluencia en bares y restaurantes.