La tradición agrícola y las propuestas culturales se dan la mano este fin de semana en la Salzadella, con la celebración de la XI Fira de la Cirera. El buen tiempo animó la participación en las primeras horas. El concejal de Turismo, Edgar Gallego, expresó que este arranque «se mueve a niveles de récord, puesto que el ambiente agradable animó a una gran afluencia de visitantes a nuestras paradas y las diferentes actividades paralelas organizadas».

El principal reclamo para los asistentes fue la venta de cerezas, producto del que esta localidad es todo un referente a nivel provincial. Tal y como ya se indicó en las fechas previas a la apertura, los consumidores pueden adquirir una cosecha marcada por una excelente calidad, a pesar de la disminución del número de kilos recogidos con respecto a las anteriores anualidades.

OFERTA COMPLEMENTARIA / La capacidad de dinamización del evento para el sector de la hostelería y el ocio del municipio se suma a las propuestas de corte lúdico y cultural. «Contamos con visitas guiadas por lo más relevante del patrimonio en el pueblo, zonas dedicadas a los niños, y un espacio en el que pueden verse animales en vivo», destacó el edil. También se contó, en las primeras horas, con el acompañamiento del Grup de Dolçainers i Tabaleters, teatro de calle, el pasacalle con gigantes y cabezudos o un bureo y bailes tradicionales. Por otro lado, este año se rinde culto a la cultura mexicana con diversas actuaciones.

La actividad proseguirá en el día de hoy, fecha en la que se espera la máxima afluencia de personas a la feria. Volverán a sucederse las demostraciones culinarias con este producto, más una charla sobre las propiedades de la fruta, de la mano de Isabel Blasco en el Museu de la Cirera.