El concejal de Agricultura y Medio Ambiente de Vinaròs, Jordi Moliner, anunció ayer que el consistorio impondrá la máxima sanción posible a aquellas personas que den comida a las cinco colonias de gatos existentes en la zona portuaria. Un espacio en el que ni el Ayuntamiento ni la Generalitat han logrado todavía acabar con la plaga de ratas existentes allí y que, aseguran, llegan atraídas por la comida que, sin control, echan algunos vecinos a los felinos.

«Los gatos están siendo controlados por la protectora de animales vinarocense Proda, que es la que ya les facilita alimento, además de tenerlos en adecuadas condiciones sanitarias, con 30 esterilizaciones anuales, por lo que no es necesaria la colaboración de la ciudadanía», destacó Moliner, quien reconoció que el problema con los roedores persiste a raíz de unas obras ejecutadas en el puerto a principios de verano y a pesar de las medidas adoptadas para erradicarlos.

Medidas que se complementan extremando la vigilancia a las colonias de felinos y con carteles informativos para sensibilizar sobre el asunto. El edil lamentó también que algunos pescadores no recogen los residuos que generan.