El carácter urgente con el que se está gestionando el cierre del centro de salud del Carbonaire en la Vall d’Uixó se pudo constatar ayer cuando la Conselleria de Sanidad informó sobre el estado de las obras de adecuación del antiguo edificio del INSS, donde se pretenden trasladar gran parte de las consultas médicas hasta que la reforma del centro, cerrado por seguridad, se ejecute.

Como ya avanzó Mediterráneo, el problema del inmueble que ocupaba el INSS es que se trataba de una superficie diáfana, sin despachos ni habitaciones, que había que habilitar para poder pasar consulta médica de manera adecuada. Para agilizar la reforma se están colocando paneles para separar los distintos espacios, de forma que esta solución posibilite la atención.

Mientras tanto, siguen las inspecciones técnicas en el ambulatorio clausurado, con las que se pretenden descartar los problemas estructurales y planificar el proyecto de rehabilitación que, posiblemente, afectará a todo el revestimiento exterior, en el que se produjo la primera grieta.