El grupo inversor de Urbanizadora Golf Sant Gregori ya ha conseguido cerrar el acuerdo para la adquisición de la parte de deuda que la mercantil todavía no había comprado. Ahora, con la firma en escritura pública logrará completar la totalidad del pasivo pendiente. Con esta nueva medida desaparece la deuda financiera, la empresa queda saneada al 100% y con plenas garantías y solvencia para acometer las tareas de urbanización del PAI.

Esta operación ha coincidido en el tiempo con la salida en firme del concurso de acreedores. El primer paso se dio al aprobar en la junta de acreedores el convenio presentado. Pero aún había una fase a superar, al tener que esperar un plazo legal durante el cual se podían presentar impugnaciones y también incidentes concursales. Tras agotar este periodo no se han dado estos supuestos y, por lo tanto, el acuerdo alcanzado el pasado 14 de noviembre resulta firme.

FIN A CUATRO AÑOS / El grupo inversor espera recibir a lo largo de la próxima semana el acta del juzgado, en la que se le comunicará la aprobación de convenio de la junta de acreedores y la salida del proceso concursal.

Una etapa que comenzó el 30 de diciembre del 2014 de manera voluntaria, y con una deuda cifrada en unos 50 millones de euros. Casi cuatro años después, la mercantil, gracias a la entrada de los actuales inversores, escapa del concurso de acreedores, recupera la solvencia y los administradores cesan en su actividad.

Ahora la pelota está en el tejado del Ayuntamiento. El consistorio es el que ahora debe mover ficha dando contestación a las alegaciones que en su día presentaron particulares contra la retirada de la condición de agente urbanizador. Después se abrirá un paso para que el nuevo equipo aporte las garantías y que se puedan, por fin, licitar unas obras que en su día se presupuestaron en unos 100 millones de euros y que tienen el objetivo urbanizar 2,5 millones de metros cuadrados.

El proyecto urbanístico se presentó en el registro del Ayuntamiento hace 18 años. Tras todas las vicisitudes se espera que la construcción empiece el próximo verano. En el camino quedan problemas como la entrada del concurso de acreedores.