Santa Quitèria volverá a su pueblo en las fechas que rodean al 22 de mayo, festividad de la patrona, como manda la tradición. A pesar de la suspensión de las celebraciones debido a la crisis sanitaria generada por el Covid-19, el Ayuntamiento de Almassora confirmó ayer que la imagen de la patrona será trasladada hasta la población este mismo sábado, un día antes de la jornada en la que se hubiera celebrado la tradicional Romeria.

Si el virus no lo hubiera impedido, hubieran sido los vecinos los que este domingo hubieran portado a la Santa en peana hasta el convento del Cristo para posteriormente, la tarde del 21 de mayo -víspera del día grande-, realizar el tradicional Traslado hasta la iglesia de la Natividad; sin embargo, en esta ocasión, será la Policía Local la que haga el traslado de la talla directamente desde la ermita hasta la parroquia.

Así lo acordaron la concejala de Fiestas, Isladis Falcó; el cura-párroco de la iglesia de la Natividad y la Policía Local, tal y como explicaron las mismas fuentes. Por su parte, la alcaldesa, Merche Galí, fue la encargada de hacer conocedores a los grupos municipales de la decisión.

De este modo, el domingo, coincidiendo con la fecha prevista para la Romeria, se realizará una misa a puerta cerrada «porque no se permite la apertura del templo para la celebración del culto ni para la entrada de fieles».

Por otra parte, el día de Santa Quitèria --22 de mayo-- se celebrará la tradicional misa mayor «siempre que hayamos podido entrar en la siguiente fase de la desescalada», incidieron fuentes municipales.

‘Calderas de arrós’

Asimismo, esa jornada, Almassora sí cocinará sus tradicionales calderas de arròs, pero solo para los mayores de la población. Y es que la Concejalía de Fiestas y la Junta Local de Fiestas anunciaron que el equipo de cocina de este popular plato guisará un par de recipientes simbólicas para repartir arroz en las dos residencias y a domicilio a los beneficiarios de programas de atención a mayores.