En una zona de la provincia peca de mucho y en otra brilla por su ausencia. Esta situación que puede parecer contradictoria es la que caracteriza actualmente a la cabaña de cabras hispánicas en Castellón, que si bien en puntos como Arañuel, denuncian su superpoblación y han causado 3.000 euros en daños en solo seis meses, en el norte, en comarcas como Els Ports o la Tinença de Benifassà, la presencia de este animal es radicalmente opuesta y podría tener los días contados por culpa de la sarna sarcóptica. Hasta el punto de que el avance sin control de esta enfermedad entre las hembras ha hecho que en apenas dos años su población presente una importante merma y el futuro de esta especie en la zona esté seriamente amenazado.

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Así se pronuncian desde la asociación de propietarios rurales para la gestión forestal y la conservación del medio ambiente (Aproca), que constatan que han detectado que en algunos municipios del interior, como es el caso de la Pobla de Benifassà, Fredes, Castell de Cabres, Herbers, Vallibona o Rossell, la cantidad de ejemplares hembra prácticamente sea inexistente en la actualidad. «La enfermedad ha acabado con ellas y con ello, la posibilidad de tener futuras generaciones en esta zona», subraya el presidente regional del colectivo, José Luis Falomir.

En un sentido muy similar se expresa, por su parte, el responsable de la sociedad de cazadores El Maestrazgo, con sede en Morella. «La sarna entró por las zonas fronterizas con Teruel y ahí es donde más esquilmada ha quedado la población de hembras», comenta Jorge Querol.

Urgen a la Conselleria a actuar para evitar que la enfermedad se extienda por toda la provincia

Ante esta situación, que tildan de «límite», cazadores y propietarios de cotos de caza lanzan un SOS. «Hemos enviado una carta a la Conselleria. El protocolo para la contención de la sarna que vienen aplicando se ha visto claramente insuficiente y, si no ponen más recursos, van a extinguir la población de cabras en toda la provincia», advierten desde Aproca.

Y también en esa línea apunta Querol. «Nosotros hemos cumplido el protocolo con el reparto del pienso medicalizado que brinda la Generalitat, pero no basta, la enfermedad nos saca mucha ventaja», destaca.

Si el área de Mireia Mollà no interviene a corto plazo para frenar la sarna, avisan de que las consecuencias de no lograr parar la proliferación de la infección afectarán a más de un ámbito. «Si la situación continúa como hasta ahora, el daño económico y medioambiental que va a generar a todos los sectores que hasta ahora se han beneficiado de contar con este recurso va a ser catastrófico», dicen los propietarios rurales.

Critican la pérdida de valor de cotos de caza en el interior

La asociación de propietarios rurales para la gestión forestal y la conservación del medio ambiente (Aproca) denuncia que los recursos implementados para combatir la sarna no han dado el resultado esperado, mientras poco a poco las cabras van desapareciendo. Una problemática de la que no se escapa la economía que genera la caza en el interior. «Cotos que hace bien poco eran referentes en cantidad de animales y calidad de trofeos, esos que el cazador busca y por los que paga importantes cantidades de dinero, hoy no son ni la sombra de lo que eran hace unos años», avisan.