El empresario que adquirió el toro más caro de la historia del bou al carrer, con la intención de dar un homenaje a los aficionados de este tipo de lidia popular, Nubarrón de Partido de Resina, lamenta públicamente la «escasa colaboración» y los «impedimentos» recibidos desde el Ayuntamiento de Burriana. El gerente de Satine declara que «cuando tienes iniciativa y haces cosas te sientes feliz, porque da satisfacción personal pero, a veces, te cansas».

Con estas palabras se refiere al desencanto por el trato recibido por el equipo de gobierno que encabeza Maria Josep Safont. Asegura que tuvo que pelear «contra corriente» para conseguir los permisos y autorizaciones. Por ejemplo, la del castillo de fuegos artificiales previo a la salida del ejemplar cerril, que se obtuvo tras tramitarla directamente con la Subdelegación del Gobierno, ya que desde el consistorio se opusieron, aun cuando otras peñas sí lo hicieron en días anteriores.

Estos esfuerzos, remarca el promotor, «te agotan, tanto que valoras si merece la pena, o si es mejor no hacer nada más». Según el gerente de Satine, esta actitud puede deberse al hecho de no haber dado protagonismo a terceras personas públicas, «que quizás no lo hayan merecido», dice.

«Es incomprensible la mala cara, comentarios, incluso ausencia de alegrías de algunos dirigentes en el palco del Ayuntamiento en un momento así», asevera. «El malestar también procede de no haberse atrevido a formar parte de esto, y no me refiero en modo económico. Las fiestas no tienen color político, son de interés general, por y para todos, y es un error por su parte porque esto no es una competencia, si no una colaboración para hacer más y mejor las celebraciones y no solo las patronales», tal y como afirma.

Con todo, el empresario destaca las felicitaciones recibidas por peñas, locales y hasta el artista Pepe Forner y el torero local retirado, Vicente Soler Lázaro.