La del pequeño Iago Garrigues Rodríguez, de ocho años, es una historia con final feliz. Quizá la cercanía a la Navidad tuvo algo que ver, o no, en el desenlace, pero la cuestión es que pudo recuperar el patinete que días atrás le habían sustraído en el parque de la Mayorazga.

La madre, Raquel Rodríguez, se sirvió de la red social Facebook para solicitar que, quien se lo hubiera llevado, lo devolviera, «por el valor sentimental que tenía para mi hijo, que no paraba de llorar tras su pérdida», ya que, añadió «era un regalo muy querido». Ya entonces, hubo quien se prestó a darle otros que tenían en desuso.

Pero la historia, lejos de quedar ahí, creció gracias a otros usuarios. «Estaban mi hijo y mi sobrino en el parque jugando y nosotros estábamos en una cafetería cercana. Vinieron a por la pelota, fue cosa de un par de minutos, y a la vuelta ya se lo habían llevado», explicó Raquel, quien el día siguiente compartió un cartel de Se busca hecho a mano por el propio Iago.

En el mismo, aparecía un dibujo del artilugio sustraído, dos teléfonos de contacto, una descripción y una petición: «Serían muy amables si me lo devolvéis. Si no quieren dar la cara que lo dejen en el bar de Juanjo». «Estábamos comiendo y se acercó a preguntarnos nuestros teléfonos. Pensamos que sería para la escuela, porque les piden saber los números, pero poco después vino con este cartel», narró la mamá de Garrigues.

Raquel publicó esta entrada con pocas expectativas de recuperar el juguete: «Pobrecito, aún tiene esperanzas... Qué inocente en los tiempos en que vivimos». Pero el deseo y el empeño de Iago demostró esta vez, aunque no siempre sea así, que las ilusiones pueden llegar a hacerse realidad.

El día del robo, que fue comunicado a la policía, preguntaron a otros jóvenes que estaban en la zona si habían visto algo. Así fue, pero no sirvió para identificar a los responsables, aseguró la madre. El tesón del niño hizo que su llamada en papel fuera colgada en el área donde desapareció el patinete y que sus familiares, atentos a lo que pasaba, detectaran a dos chicos que miraban el cartel entre risas. Hablar con ellos permitió que, finalmente, Iago recuperara el juguete el domingo por la tarde. Su cara, según describió Raquel, fue de «absoluta felicidad».

Desenlace de ‘película’

Y de ese modo llegó el último mensaje. Un nuevo dibujo con texto para anunciar la buena nueva --la que porta en la imagen que ilustra este texto--. «Noticia», titula entre dos patinetes: «Me lo han devuelto. Muchísimas gracias por apoyarme tanto y darme ánimo. Gracias de corazón». Unos corazones y otro par de estos objetos al pie ilustraban la página. Iago, explicó su progenitora, cree un «milagro» lo ocurrido e, incluso, dice que no quiere nada para Reyes. A partir de ahora, no perderá de vista su preciado deslizador.