Las fiestas de Vinaròs llegaron ayer a su jornada central, el día de Sant Joan, con los actos destacados de la misa mayor y la entrega del XXII Alè Vinarossenc al escultor Sebastià Miralles.

Por la mañana, se partió en procesión, desde la calle de Sant Joan, con la dolçaina y el tabal de la Colla de Nanos i Gegants acompañando al santo, con mayorales, autoridades y cortes de honor, hasta llegar a la iglesia arciprestal. En la misa, concelebrada por los párrocos Emili Vinaixa y Cristóbal Zurita, estuvieron las reinas, damas de honor y concejales de distintos grupos políticos del Ayuntamiento. La procesión y la misa contaron con la imagen del santo restaurada el año pasado por la Diputación de Castellón.

Por otro lado, la Fundació Caixa Vinaròs hizo entrega anoche del XXII Alè Vinarossenc al escultor local Sebastià Miralles. El presidente de la fundación, Manuel Molinos, junto con la dama de las fiestas de Caixa Vinaròs, fueron los encargados de entregar la distinción. El acto tuvo lugar en el auditorio y contó con la actuación de Purna Teatre. Además, se celebró el sopar a la fresca, en la carpa del Atlàntic, donde asistieron cerca de 3.300 personas. Tras la cena, se homenajeó a las reinas y damas que cumplen 25 ó 50 años de su proclamación. H