Los amantes de la tradición taurina tienen, desde hoy y a lo largo de esta semana, una cita señalada en Segorbe, con motivo de la emblemática Entrada de Toros y Caballos. Una celebración única, que presume de ser fiesta de Interés Turístico Internacional, y que es un orgullo para sus vecinos.

Si la meteorología no lo impide --por el momento los avances de previsión apuntan a que pueden haber circunstancias desfavorables--, se calcula que más de 100.000 personas acudirán a la capital del Palancia, a lo largo de estos siete días, para presenciar in situ uno de los espectáculos más singulares entre los que se celebran en la Comunitat. Un evento que, además del reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras, otorgado en el 2005, también fue declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial desde hace siete años.

A las 14.00 horas, en punto, comienza el minuto que se vive más intensamente de todas las fiestas valencianas. Es el tiempo que transcurre desde el disparo de la carcasa, que revienta el cielo y altera los sentidos de la gente, hasta la llegada de las reses a la plaza de la Cueva Santa.

Cada día, son 13 caballos, 6 toros y un manso los que recorren a velocidad de vértigo la céntrica calle de Colón, entre una multitud que, literalmente, se pasa los cuernos por la faja, en un trazado desprovisto de barreras y con tantos espectadores como caben entre las aceras y las terrazas, al margen de quienes se congregan en los balcones y ventanas.

PREPARATIVOS

Desde ayer, los astados están encerrados en el corral próximo al río. En total, son 42 toros, seis por día, los que ha preparado el ganadero de Cabanes, Germán Vidal, para esta edición de la semana taurina de la capital del Palancia. El de la Plana es el encargado de abastecer de reses a la Entrada desde hace varios años, y el compromiso lo asume con una elevada autoexigencia: ni un ejemplar debe repetir a lo largo de la semana, para que el escenario resulte desconocido para el animal.

También está listo el cuadrante correspondiente a la participación de los caballistas. Un total de 23 jinetes --uno de ellos debutante y otro recuperado-- se alternarán, para que sean 13 los que salgan cada día y lo puedan hacer, al menos, en tres ocasiones.