Cientos de personas participaron ayer en los actos celebrados con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, patrona de Segorbe desde época medieval. En la romería no faltó un buen número de coches tirados por caballos, medio centenar de jinetes con sus monturas y numerosos caminantes que recorrieron los dos kilómetros que separan Segorbe de la ermita.

La jornada comenzó con la ofrenda de flores a la Virgen de la Esperanza en el retablo cerámico de la plaza del Almudín con participación de numerosas entidades y representantes municipales.

También se distribuyeron gratuitamente, por parte de las reinas de las fiestas, Patricia Rodrigo y Martina Gil, junto a sus cortes de honor, las pulseras de las fiestas. Ya en la ermita, y al final de la misa, que presidió el obispo Casimiro López, se distribuyeron entre los romeros las típicas estampitas con la imagen de la Esperanza, con el patrocinio del Sindicato de Riegos de Segorbe.

Para culminar la festividad, la imagen de la patrona de Segorbe, recorrió en procesión las calles del casco antiguo del municipio, aunque también hubo tiempo para visitar el manantial que nutre a Altura, Navajas y Segorbe. H