No se trata solo de comandar una barca. Quienes se encargan de trasladar a los viajeros a través de un recorrido fluvial subterráneo que no tiene parangón en ningún otro lugar de Europa no son simples barqueros. En sus manos está en buena medida completar una experiencia única, la de los turistas que se adentran en les Coves de Sant Josep de la Vall d’Uixó.

Este lunes se vivió en la ciudad un hecho sin precedentes. Y es que el Ayuntamiento quiere profesionalizar la función de barquero y ante la necesidad de crear una bolsa para cubrir bajas o refuerzos en temporada alta, ha organizado un curso en colaboración con el Centro de Turismo (CdT) de Castellón que reforzará la idea de que su función va más allá de completar con éxito la parte navegable de la visita a las grutas.

Primera criba

Ese curso solo pueden realizarlo 20 personas y casi 60 mostraron su interés por inscribirse, por lo que fue indispensable realizar una selección previa que se desarrolló con dos citas: un examen tipo test y uno de natación en la piscina.

Las preguntas versaban sobre cuestiones tan diversas como la temperatura en les Coves, qué iglesia representa la parte del pueblo conocida como Lloc de Dalt o cuántos kilos son 20 gramos. La prueba de natación consistió en completar dos largos en el menor tiempo posible.

Los seleccionados comenzarán su formación el próximo 1 de febrero, con 40 horas de prácticas --donde no solo aprenderán a llevar la barca, sino también el discurso turístico que se espera en esta función-- y 20 de teoría, con unas nociones básicas de inglés, las especificaciones técnicas del río subterráneo y cultura general turística de la ciudad. Todos ellos podrán aspirar a superar las pruebas de la bolsa que se convocará en breve. Esta formación les ayudará a mejorar su puntuación.