Incertidumbre, indignación, rabia o tristeza... y también miedo. Son parte de los sentimientos que sienten actualmente la mayoría de los vecinos que cuentan con casas en la primera línea de playa de Nules. El martes respondieron a la llamada, junto a los representantes políticos del consistorio, para demostrar su reivindicación frente a la delegación provincial de Costas en Castellón y presentar solicitudes para la declaración como bien de interés público de unas 245 viviendas.

«Si derriban mi hogar será como si me arrancaran un trozo de vida». Así de tajante se mostró Fina Castelló. Esta jubilada fue una de las afectadas que se puso detrás de la pancarta con el lema Preservem el patrimoni de la platja de Nules. «Mi vivienda fue de las primeras, ya que data del 1922. Mis abuelos y otros familiares pasaron la guerra civil refugiados allí. Tras casi un siglo, es la primera vez que tenemos un problema como el de las concesiones con Costas, que no pasa en otros puntos de España. Nos quitan la propiedad y nos quieren hacer pagar un canon de 1.500 a 2.000 euros al año sin explicar nada. Es una injusticia terrible. Estoy muy quemada», apuntó Castelló.

Por su parte, Miguel Emo, también pensionista, tiene una villa de principios de los 70 y su mujer, una de los 50. «Estamos sufriendo mucho. No sabemos qué pasará. Solo tenemos claro que quieren dinero y nos asustan con tirar las casas. Pero solo de pensarlo me entra depresión», dijo.

Historia

Muchos de los presentes coincidieron en cómo ha cambiado la playa nulense respecto a la distancia con sus inmuebles. «Antes casi no se veía, estaba a más de 200 metros, ahora la tenemos a 40. El mar se ha comido el terreno, en parte por el puerto de Burriana», recordó Emo.

A pesar de todo, no les falta ilusión. Como un equipo antes de una gran cita --llegaron en su mayoría en autobús-- tienen el reto puesto en que sus firmas sirvan para lograr soluciones. Y eso que solo es el inicio administrativo. No en vano, son unas 245 construcciones en la cuerda floja.

Reacciones políticas

«No entendemos cómo desde los diferentes gobiernos no se ha hecho nada en los últimos 50 años. Es una enorme injusticia. Queremos actuaciones de protección de nuestro litoral y que se construyan espigones. Seguiremos respaldando estas acciones y vamos a ser muy exigentes», como puntualizó el primer edil de Nules, David García.

Sobre futuras soluciones, el alcalde subrayó: «Costas nos cierra todas las puertas, nos da la espalda, pero pelearemos para que estas viviendas sean bien de interés público, tal y como aprobó el propio consistorio y como respaldaron desde Les Corts».

Por su parte, desde la oposición, Mario García (PP), señaló: «Todos queremos que se defiendan estas construcciones tradicionales y que se haga justicia en nuestro litoral». También mostró la implicación de la Diputación, que «estará de enlace en todo lo que sea posible», concretó.

El popular recalcó en un comunicado, tras sus palabras en el acto donde no hizo mención, el «silencio del Consell». Al respecto, la Generalitat mostró estar favorable al informe de Nules y, por ello, el desbloqueo pasa por Medio Ambiente para abrir los trámites para lograr la protección y evitar el derribo de las casas.