Un total de 45 personas forman parte este año del operativo de la Cruz Roja para vigilar las principales playas de Alcossebre. Una labor que se desempeña cada verano, y que tiene por objetivo comprobar las condiciones de baño y hacer frente a las incidencias que se vayan produciendo.

El coordinador local de Cruz Roja en Alcalà, Germán Hernández, explica que esta temporada “no ha habido casos graves que atender, aunque siempre tenemos que estar alerta”, y hace mención especial a la petición que se formula a los usuarios de las playas: “Si todo el mundo respetara las banderas amarillas y rojas, e hiciera caso a las indicaciones que hacen los socorristas, se reducirían los servicios en gran medida”. Hernández añade que hay situaciones “como las de las crisis coronarias, que a una persona le pueden ocurrir tanto dentro del agua como paseando por la calle, pero hay quienes sufren síntomas de ahogamiento o no pueden volver a la orilla porque no respetan una bandera amarilla por fuerte oleaje”.

El equipo de socorrismo en Alcossebre realizó ayer un simulacro de rescate, con el fin de tener la reacción más eficaz posible en el caso de que se deban atender situaciones reales. El operativo desplegado, en la playa del Carregador, comprobó la coordinación y el tiempo requerido para sacar del agua a la vez a una persona ahogada y a otra ahogado. H