La gastronomía volvió a ser anoche el reclamo con garantía de éxito en Festa la Vila, de la Vilavella. Más de 800 personas se sumaron al sopar de penyes, una cita popular en la que todos los participantes pudieron degustar la típica tortilla de patata y pan con tomate.

El alcalde, Manel Martínez, cuando las fiestas han superado su ecuador, coincidió con el concejal Domingo Rodríguez en destacar la buena respuesta que tiene la práctica totalidad de los actos convocados en la programación. Tanto es así que, como explicó, «incluso un evento tan específico como la llamada Misa d’ànimes presentó una afluencia bastante mayor de lo habitual».

PROGRAMA VARIADO / Qué hay detrás de este éxito, según Martínez, puede depender de muchos factores, como que «las celebraciones se han adelantado este año, hace mejor tiempo del que se creía y que Festa la Vila no es de ningún barrio, sino de todo el pueblo» aunque, a su parecer, la clave que ha marcado la diferencia esta edición estaría «en haber propuesto una programación muy diversa y de calidad».

El munícipe, que ayer compartió los festejos con distintos representantes del PSPV de la provincia, como la vicesecretaria de organización, Ana Edo, destacó la apuesta por citas como los bailes de la Glorieta, con las que se recuperó el origen de estas fiestas. «Mucha gente se emocionó y la Glorieta estuvo llena», en un ejemplo de que los eventos populares son los más exitosos.

Ayer se vivió otra jornada taurina, indispensable dentro de cualquier programación festiva de la Vilavella. Por la tarde se exhibió un toro de Arauz de Robles.