El colegio rural agrupado (CRA) Els Ports cerró este martes el aulario de Sorita para siempre. La falta de alumnos ha condenado al centro escolar a su clausura. Era el último día del curso, pero también del servicio. «Hoy --ayer para el lector-- es una jornada de emociones y sentimientos. Hemos preparado una intensa jornada de actividades para que los niños disfruten, pero significa la defunción de la escuela y es muy difícil de describir», apuntaba Mari Carmen Soler, directora del CRA.

La instalación, que solo contaba con una alumna para el próximo año y se tendrá que desplazar a la de Forcall, como informó Mediterráneo, no se ha podido salvar ante la ausencia de niños de nuevo ingreso. «El cierre del colegio es el primer signo de la muerte de un pueblo; son las consecuencias de la despoblación en mayúsculas», lamentaba Soler.

El programa de este martes fue de lo más completo. Todos los escolares del colegio de Els Ports se agruparon en el aulario de Sorita. Por la mañana, se iniciaron las actividades con juegos de agua y talleres para los pequeños. Después de comer, los estudiantes volvieron ya acompañados de sus padres. Las maestras prepararon una exposición fotográfica de la historia del mismo, que despertó recuerdos, nostalgia y melancolía entre los progenitores, algunos de ellos antiguos alumnos. A continuación, el grupo de animación La Xalera de Vilafranca puso el colofón a las propuestas vespertinas con un espectáculo. Un sentido discurso de la directora del CRA y una cena popular pusieron el punto y final al curso académico y a muchos ejercicios de vida en esta instalación.

Con el adiós al aulario de Sorita, el CRA Els Ports solo contará ya con los que se encuentran ubicados en Forcall, la Mata y Olocau. Por su parte, el CRA Celumbres, que también pierde una de las dos aulas que tiene en Portell, conservará durante el próximo curso todas sus subsedes.