Menuda sorpresa se llevaron los agentes de la Policía Local cuando se trasladaron por la mañana a un bloque de viviendas situado en la calle Tarongers de la capital de la Plana donde, alertados por una vecina del edificio, encontraron una serpiente pitón de tres metros que había caído desde la ventana abierta de un quinto piso al patio de la finca. «Nunca habíamos recogido un animal de ese tamaño», reconocen a Mediterráneo.

En un primer momento, tras comprobar que el descomunal reptil no sufría daños graves y que su actitud no era amenazante, requirieron la presencia de los bomberos, que trasladaron la pitón a las dependencias policiales. Tras comprobar que no portaba chip, pudieron localizar al dueño, que prometió llevar su mascota al veterinario para comprobar su buen estado pese al porrazo, además de presentar parte de la documentación, aunque a expensas de aportar una licencia de estar al cargo de una especie potencialmente peligrosa y, por el mismo motivo, un seguro de responsabilidad a terceros.

¿Podrá quedársela?

Además, la Unidad de Protección Animal de la Policía Local de Castelló, a raíz de las diligencias abiertas, verificará si el domicilio del propietario reúne las condiciones para que una serpiente de tres metros pueda vivir allí, porque aunque la legislación sí permite la compraventa de este tipo de especímenes, no dice nada sobre las características de su hábitat entre los humanos como mascota.