Susana Marqués, del Partido Popular, se ha convertido en una experta en la negociación y el imprescindible diálogo y consenso que requieren los gobiernos en minoría o de coalición. Ha dirigido el Ayuntamiento de Benicàssim en mayoría absoluta, en una complicada minoría y ahora en coalición, y se ha adaptado a todas esas circunstancias, según lo han valorado los ciudadanos. Al frente del gobierno local por tercera legislatura consecutiva, repasa en Medi TV los aspectos más relevantes de la actualidad de su municipio, respondiendo a las preguntas de Loles García.

--Un analista de Forbes hizo un informe en el que afirmaba que nuestra costa era ideal para jubilarse y que es el destino de muchas personas de Centroeuropa.

-Exacto, pero no solo eso, porque la OMS también nos situó entre los municipios con el aire más limpio de Europa, razón por la que la gente del norte del continente que durante su vida trabaja en materia preventiva de la salud aconsejan a las personas mayores venir a Benicàssim como sinónimo de confort, además de para disfrutar de un clima fabuloso. El sol es el medicamento gratuito que les ofrecemos.

--Es una de las alcaldesas que más tiempo lleva al frente del Ayuntamiento de toda la provincia. ¿Cómo se presenta esta legislatura junto a sus socios de gobierno de Ciudadanos?

--A lo largo de estas tres legislaturas ya he tocado todos los palos. La primera estuvimos en mayoría absoluta pero con unos socios de gobierno independientes, como eran ARB, que acabaron integrándose en nuestra lista. La segunda, con una minoría que nos obligó a hacer un ejercicio de consenso y diálogo para poder llevar adelante nuestro proyecto; y esta última, con Ciudadanos, que están intentando aportar su experiencia y buen hacer en el día a día. Al final, son los ciudadanos los que han elegido y escogido un gobierno plural, y aquí estamos todos trabajando por el municipio.

--Hace poco aprobaron los presupuestos. ¿Cuáles son los proyectos más relevantes que quieren llevar adelante en el 2020?

--Los presupuestos ascienden a 28 millones de euros, una cantidad que aunque así fríamente puede asustar, hay que pensar que corresponde a un municipio que pasa de 18.000 habitantes a 100.000 en temporada alta estival y, por ello, debemos tener una ciudad preparada para asumir todos los servicios que ese incremento de población requiere. Las cuentas lo que contemplan es la necesidad imperiosa de cubrir las prestaciones básicas: limpieza, recogida de basuras, depuración de aguas, mantenimiento de mobiliario urbano, pavimentación de calles y aceras. Ese mantenimiento del día a día es lo que facilita la vida de los ciudadanos. Por otro lado, se contemplan las inversiones necesarias que queremos llevar a término durante la legislatura. Hablamos de edificios importantes como el de la Policía Local --porque a día de hoy están de manera muy precaria--; el multifuncional, para que todo el tejido asociativo tenga un lugar donde desarrollar su actividad; y en materia de movilidad, queremos esas conexiones necesarias para ir a Castelló en verano sin que sea tan complicado.

--¿Cuáles son los principales objetivos a corto plazo, las alternativas que se están planteando?

--Ahora tendremos una conexión rápida por la CV-149 desde la salida de Benicàssim hasta la entrada de Castelló y como vía alternativa queremos ir desarrollando la calle del Ferrocarril. Porque cada vez es más la gente que se empadrona en nuestra localidad que dispone de dos viviendas en un radio de 13 kilómetros. Veranean aquí, pero trabajan en la capital de la Plana y todos ellos necesitan venir de forma cómoda y segura. Esa es una de las prioridades de la legislatura, lograr ser cada año un poco mejor, un lugar más amable en el que vivir.

--Podría decirse que Benicàssim es un ejemplo por lo que respecta a la buena imagen que da llegar a una ciudad limpia, con la costa y las playas cuidadas, tanto como el centro. Hay que poner mucho ahínco para que la ciudad esté en esas condiciones.

--Pues sí. Ahínco presupuestario, pero también en concienciación. Sin la colaboración de los ciudadanos tener una ciudad limpia es imposible. Somos de los pocos municipios de la provincia que no cobramos tasa de basura. A cambio de eso, solo pedimos a los vecinos y residentes que saquen las bolsas de basura en el horario establecido, por ejemplo. Por suerte, tenemos una masa arbórea importante, además hay mucha vivienda unifamiliar, pues lo que solicitamos es que cuando se hagan las podas o corten el césped, que avisen a la empresa de la limpieza o al Ayuntamiento para que, de forma gratuita, se les puedan recoger esos restos en la puerta de su casa para gestionarlos adecuadamente.

--¿Y qué peso juega la gestión económica en su proyecto para este mandato? ¿Están saneadas las cuentas municipales?

--Era uno de los objetivos de mi línea de gobierno, una de los ejes estratégicos: sanear la economía del Ayuntamiento. Entré en el ejercicio 2011 con 17 millones de euros de deuda con los bancos. Al final de la legislatura pasada, después de ocho años, pudimos dejar esa deuda a cero. Hoy por hoy, ese una de las señas de identidad de nuestra gestión local.

--Ya tenemos gobierno en España. ¿Qué le pide Benicàssim?

--Siempre hemos reivindicado. Ahora y cuando gobernaba allí el PP. Entre nuestras demandas está que se hagan cargo de la financiación de la desaladora, porque abastece tanto a Cabanes como a Orpesa y Benicàssim y en un momento dado, el agua que produzca se puede necesitar para impulsar desarrollos urbanísticos que están estancados por la crisis pero no pueden seguir parados. Debemos garantizar esos recursos hídricos que no podrán provenir solo de los acuíferos. Una inversión de esa envergadura no debe recaer sobre los municipios, porque lastrará nuestros presupuestos durante 25 años. Y ahora que se ha liberado la AP-7, es la hora de garantizar unos accesos dignos desde la N-340 por el norte de Benicàssim. Conforme están en la actualidad, no son lo más seguro. Hace falta invertir ahí.

--Para el municipio, en materia turística, el FIB tiene una importancia indudable. Con el cambio de gestores del festival la venta de entradas se ha disparado.

--El FIB ha pasado por un par de años de crisis, como muchas empresas pasaron en nuestro país. Unas se recuperaron más deprisa que otras. En el caso del macroevento, ha cambiado de manos en tres ocasiones en sus 25 años de vida y cada vez que lo ha hecho ha sido para mejor. Con esa esperanza estamos a la expectativa. Depositamos esa ilusión en los nuevos gestores para que le den ese esplendor que le corresponde, porque no se entiende el FIB sin Benicàssim pero tampoco Benicàssim sin el FIB.