La plaga del picudo rojo se cebó hace unos meses con los ejemplares de palmeras existentes en el Fossar Vell de Sant Jordi. Tras aplicar los tratamientos pertinentes, sin resultado, finalmente el Ayuntamiento ha procedido a podar las dos palmeras y, en su lugar, plantar moreras del mismo tipo de las existentes en la zona interior del espacio sito junto a la iglesia de Sant Jaume, según informaron fuentes municipales. rd