Los años no pasan en balde y esto es lo que le ocurre a las tres puertas de la parte interior que dan acceso a la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Moncofa, que ya sufren gravemente los efectos de la humedad, a la que van ligadas las termitas. En concreto, una de las dos ya no puede ni siquiera abrirse.

Ante esta situación, se ha tomado la decisión de cambiar las tres piezas, que datan del 1945. Se trata de cancelas de madera de pino y que durante todo este tiempo han sido tratadas para alargar su vida, pero su principal enemigo, que es la humedad, ha avanzado con suma rapidez. Por este motivo, se colocarán otras del mismo tamaño, pero en este caso serán de hierro y estarán totalmente acristaladas.

El párroco, Jesús Vilar, explica que con esta intervención «eliminaremos el problema restaurando los tramos de paredes donde van sujetas las puertas para dejar la entrada en perfectas condiciones de uso y visión, lo que permitirá que, al ser completamente acristaladas, aunque estén cerradas, los visitantes podrán ver el interior del templo, aun estando clausurado, ya que la iglesia solo tiene el horario de visitas durante las misas».