La semana que hoy comienza escribirá un nuevo capítulo en la larga historia de la construcción del nuevo colegio Regina Violant de Almassora. Pasados los momentos de la paralización por parte de la antigua empresa adjudicataria, y el nuevo proceso de licitación emprendido por la Generalitat, representantes de la nueva empresa que retomará los trabajos acudirá in situ a las instalaciones, junto con técnicos del consistorio, para conocer el estado real del centro educativo.

Según ha podido saber Mediterráneo, la intención de esta visita es analizar en qué punto quedó interrumpida la ejecución, para que dentro de unas semanas vuelva la actividad, conociendo los materiales y maquinaria disponibles, y establecer así los recursos humanos necesarios. Los arquitectos municipales, que en este caso tienen el cometido de ser los directores de obra, acompañarán al personal de la nueva empresa y darán las facilidades y respuestas oportunas para que la reanudación sea una realidad en el menor tiempo posible.

PROCESO / El día 14 de marzo se dio a conocer que el Consell había adjudicado la nueva licitación a la empresa Añil Servicios, Ingeniería y Obras, por un importe de 4.398.023,85 euros. Está previsto que antes de la finalización del presente mes de abril se proceda al formalismo de la adjudicación definitiva, para que las máquinas ya estén en marcha en el transcurso de mayo.

Con ello, se quiere poner fin a la larga pesadilla sufrida por la comunidad educativa de este centro, como principal perjudicada por estos contratiempos, ya que los alumnos han tenido que recibir las clases en aulas prefabricadas desde el año 2006.

La anterior adjudicataria, Torrescámara, detuvo las actuaciones, con el consiguiente retraso en las fechas planificadas, ya que la administración autonómica tuvo que culminar los mecanismos para la rescisión del contrato y sacar a concurso las medidas encaminadas a su finalización. En este caso, los técnicos de la Generalitat tuvieron que analizar las ofertas presentadas por un total de nueve mercantiles.

Una vez vuelva a ponerse en marcha el reloj para el colegio Regina Violant, hay establecido un plazo máximo de 15 meses, para culminar las ejecuciones pendientes y que la ciudad pueda pasar página a esta historia.