El sector pesquero de Peñíscola vivió en la tarde de ayer momentos de preocupación, cuando minutos después de las 16.00 horas una embarcación de arrastre, la Germans Castell, chocó contra las rocas de la escollera del puerto. “Nadie se explica cómo ha podido pasar cuando ya estaba a punto de hacer la maniobra para entrar por la bocana”, señalaba el tripulante de otra nave.

Entre las hipótesis se baraja un fallo en el piloto automático o una distracción. La sorprendente estampa de un barco encallado provocó la curiosidad de la gente. “Solo de pensar que podría haber pasado en la barca de mi hermano, me pongo enferma”, explicaba una vecina del pueblo.

La colisión provocó daños en la parte baja de la barca y agujereó el depósito de combustible, algo perceptible desde varios metros de distancia. No se registraron daños personales, aunque un buzo que practicaba la pesca submarina casi se ve atrapado. Así, Ximo Forés explicaba que estaba “dentro del agua, cuando noté el ruido de un motor muy fuerte; subí y tuve que salir rápido para que la nave no me pillara”.

Él fue el primero en atender a los tripulantes de la embarcación. “Estaban muy nerviosos, pero comprobé al momento que estaban bien”, detallaba. Tras los momentos de desconcierto comenzó un operativo para desencallar el pesquero y remolcarlo al interior del puerto. Tras la llegada del barco de Salvamar del puerto de Sant Carles de la Ràpita y de los bomberos de Benicarló se hizo el primer intento, que resultó fallido al ceder la cuerda. Después se utilizaron dos pesqueros de mayores dimensiones. Por fin, a las 19.30 horas, lograba salir de las rocas. Resuelto el principal obstáculo, las bombas de achique hicieron su función, mientras dos barcas ayudaron en el trayecto hasta el puerto, donde esperaba una grúa para socorrerla y emprender las labores de reparación en el boquete.

El último incidente sufrido por una nave en Peñíscola ocurrió el 1 de marzo, cuando la Germans Peris sufrió un chocon un mercante en alta mar. Igual que ahora, gracias a la ayuda de los compañeros de la cofradía, se pudo salvar. Y en el 2005, otra barca encalló frente a la costa de Irta. H