Los mayores de la residencia de Vilafranca participan por primera vez en una terapia con ponis, con el objetivo es potenciar las relaciones entre los residentes y mejorar su nivel de socialización dentro del centro. A través de distintos juegos, consiguen que los usuarios mejoren sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Tanto es así que el trato con el animal sirve para que los residentes mejoren las dificultades que tienen en ocasiones para interaccionar con sus compañeros y el personal y, también, para contrarrestar las dificultades de expresión y el manejo emocional. La actividad, en la que se involucran hasta una veintena de mayores, sirve además para fomentar la autoestima y mejorar el nivel cognitivo mediante el contacto con el animal. Y es que “el poni es un estimulo diferente que motiva a los residentes, pues les llama más la atención y les anima”, indican desde el centro de mayores de Vilafranca. “Este tipo de tratamientos terapéuticos con animales está bastante arraigado en Europa, pero por el momento, aún tiene poca presencia en nuestro país”, manifiestan.

La residencia de Vilafranca cuenta con 64 plazas, de las que 25 están concertadas por la Generalitat y otras 19 son de la unidad de estancia diurna. Dispone, entre otras prestaciones, de una sala de fisioterapia, cocina propia y varias salas de estar.

El nuevo centro de mayores “sigue un modelo abierto y participativo, y organiza a lo largo del año diversas actividades que favorecen la integración de los residentes en la sociedad y su envejecimiento de una manera activa”, apuntan desde la residencia. H