El Ayuntamiento de Vilafamés ha iniciado una actuación especial para acabar con la plaga de termitas que se detectó tras una queja planteada por diferentes vecinos del casco histórico el pasado mes de octubre, al observar daños en sus puertas y ventanas de madera, entre otros elementos.

El consistorio comenzó en noviembre un sondeo, en colaboración con una empresa especializada en este tipo de insectos, con el objetivo de analizar técnicamente la situación. Los ciudadanos tuvieron que cumplimentar un cuestionario en la página web municipal que explicaba la manera de detectar la presencia de estos insectos para señalar el alcance en sus viviendas.

Tras ello, se optó por actuar a nivel municipal. Por ahora, se ha empezado la fase de monitorización previa a la aplicación del tratamiento. Esta ha consistido en la instalación de alrededor de 200 cebos, consistentes en estacas de madera de pino o chopo más propensas a ser atacadas por las termitas, por todo el municipio. Su control permitirá determinar cuáles son las zonas más afectadas para actuar con prioridad.

PRÓXIMA ACTUACIÓN // «Cuando conozcamos estos resultados actuaremos directamente sobre los nidos que se encuentren en terreno municipal, atacando directamente al problema», explicó la edila de Sanidad, Alba Irisi, sobre las intenciones del Ayuntamiento. No obstante, según puntualizó la concejala encargada, no se actuará directamente sobre los domicilios, ya que esto deberá hacerse a nivel particular.

La desinsectación se llevará a cabo a partir del segundo trimestre del año, cuando el ascenso de las temperaturas comporte el desarrollo máximo de la plaga y permita concluir definitivamente los informes técnicos a partir del estudio realizado.

El Ayuntamiento ya ha invertido unos 4.000 euros en la primera fase del tratamiento, cuantía que se elevará cuando se determinen las zonas prioritarias sobre las que se actuará. Y es que la localización del municipio sobre una montaña y su climatología y humedad propician un escenario idóneo para las termitas.