Cirat se convirtió ayer en el escenario de una auténtica película de terror con motivo de la sexta edición de su fiesta de Halloween. La cita fue todo un éxito, ya que, «en tres horas y media se agotaron las 900 entradas al pasaje del terror», tal y como aseguró a Mediterráneo la responsable de la oficina de Turismo de la localidad, Vera Bou.

La jornada comenzó por la mañana, con diversas actividades para los más pequeños, como los castillos hinchables que se colocaron en la plaza. Ya por la tarde, un taller de maquillaje se encargó de preparar a los niños participantes con los mejores efectos posibles para conseguir dar aterradores sustos.

El siguiente punto del recorrido fue el pasaje del terror, seguido del tradicional Truco o Trato por diversas casas del municipio, que se prepararon con una gran variedad de dulces para recibir a los pequeños. Finalmente, se proyectó una película infantil sobre Halloween.

Para los más valientes

A partir de las 19.00 horas comenzaron las actividades para los más mayores, con el pasaje del terror como gran protagonista. Diversos grupos de unas 25 personas se turnaron para visitar este tenebroso lugar.

Ya por la noche, se celebró a partir de las 00.00 horas una gran discomóvil, en la que también se entregó el premio al mejor y más original disfraz. La fiesta continuó con mucha marcha hasta la madrugada.

Esta celebración se ha convertido ya en un referente en la provincia, pues reúne a una gran cantidad de participantes. «Los alojamientos estaban llenos, no había sitio ni en las casas rurales ni en el albergue, incluso algunos visitantes pernoctaron en Montanejos», informó Bou.

De esta forma, Cirat disfrutó por sexto año consecutivo de un macroevento que comenzó con un pequeño grupo de amigos. Ahora, la jornada se ha convertido en una cita de interés que prevé continuar ofreciendo durante mucho tiempo el mejor terror de la provincia.