El tombet de bou triunfó, un año más, en las fiestas de Santa Quitèria de Almassora. Más de 2.000 vecinos se dieron cita anoche en las inmediaciones del edificio de CaixAlmassora, una entidad que, como de costumbre, colabora en la elaboración de este multitudinario plato popular, que se repartió en la calle Trinidad.

Sin embargo, éste no fue el único acto multitudinario de la jornada. No en vano, en la programación cabe destacar el evento motero de Harley Davidson, que organizó una salida turística por Almassora y la exposición de motos, o el paso de los más pequeños por el manto de Santa Quitèria a la que acudieron los fieles en la iglesia de la Natividad.

La música también fue protagonista en la víspera de la despedida de las fiestas patronales. La residencia municipal de la tercera edad acogió, por la tarde, una actuación, mientras que las peñas La Jerga y El Deklive copatrocinaron la actividad flamenca de Decajón y, por su parte, El Trasto optó por Cositas Buenas.

Por la noche, la plaza Pere Cornell se llenó con el concierto de Siempre Así, mientras que el Recinte Fester prolongó la fiesta hasta bien entrada la madrugada con la orquesta Titánic.