Torreblanca llenó ayer sus calles con un colorido y multitudinario desfile, que partió desde la plaza España. Pequeños y mayores, ataviados con un disfraz de temáticas muy diversas para la ocasión, recorrieron el casco urbano de la localidad hasta llegar a la plaza Mayor, donde disfrutaron de una merienda popular.

Con la llegada de la reina Carnestoltes, se produjo la quema del muñeco de este año, representado esta vez con la figura de un pez, que incluyó los dibujos elaborados por los alumnos del municipio en los días previos para concienciar sobre la necesidad de cuidar del medio ambiente.

Por la noche, llegó el turno de los más mayores con la implicación de las peñas en otro pasacalle y una discomóvil que se alargó hasta la madrugada.