La preocupación de los sectores ecologistas, y de las propias autoridades, crece a pasos agigantados en els Estanys de Almenara a causa de la rápida proliferación de tortugas de Florida, una especie invasora que amenaza con hacer desaparecer la fauna autóctona.

Y es que, hasta mediados de agosto, se capturaron más de 100 ejemplares adultos de esta especie -Trachemys-, mediante el uso de mornells, trampas flotantes e, incluso, a mano cuando estos animales cruzan los caminos que discurren por el interior del humedal.

Enric Amer, dirigente de Acció Ecologista Agró, hace hincapié en que «este está siendo un año excepcional, pero en negativo, por cuanto es posible que el hecho de no poder contar con el grupo de voluntarios durante los meses de confinamiento, es lo que ha propiciado la proliferación de tortugas de Florida, que son depredadoras y están haciendo desaparecer a la especie autóctona». Una situación que califica de «preocupante».

Hasta la fecha, no solo se ha capturado más de un centenar de ejemplares, sino que también se han localizado infinidad de nidos repletos de huevos, tanto eclosionados como no, con pequeños galápagos. Todo lo recuperado se entrega al Centro de Fauna Silvestre del Saler, que depende de la Conselleria de Medio Ambiente.

Ullal dels quartons

«Por primera vez en el Ullal de Quartons hemos encontrado nidos de Trachemys y eso es muy preocupante, porque quiere decir que continúan ocupando nuevos espacios para reproducirse, junto a la misma marjal de Almenara», explica Amer, quien advierte que el crecimiento en número de esta especie es tal que «desde hace unos meses, los voluntarios de Acció Ecologista Agró buscan por su cuenta los lugares de puesta en esta zona, después de un período de aprendizaje a cargo de técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente».

Para el representante de esta entidad, «la realidad es que estamos luchando contra la proliferación de Tortugas de Florida, que están creando nidos por cualquier punto de los Estanys y por momentos nos vemos impotentes, porque hacemos todo lo posible para que puedan proliferar las variedades autóctonas, para que no desaparezca por completo».

En este sentido, Amer explica que, con carácter semanal, el grupo de voluntarios se reúne «para capturar el máximo número posible de ejemplares de los galápagos invasores, con el objetivo de reducir su población y evitar daños irreparables al ecosistema».