Hacía muchos años que la Vall d’Uixó no veía cortadas sus vías principales por una movilización laboral. No fueron pocos los que ayer, al paso de la manifestación convocada por los trabajadores de la empresa Stylsaf, en proceso de liquidación, recordaron una situación muy similar, aunque con un mayor impacto por el número de despidos, la de la Fábrica Segarra. Porque 154 personas se enfrentan a la pérdida de sus empleos tras el fracasado proyecto empresarial del que fue uno de los principales proveedores de Inditex, en exclusiva, de todo el territorio nacional.

Los afectados, que llevan meses sin cobrar y soportan un delicado limbo legal, dado que todavía no han sido despedidos, esperan noticias sobre cuál va a ser su futuro, con la confianza y la esperanza puestas en una supuesta compra del activo industrial (incluidos sus trabajos) de la que no tienen noticias y, por lo tanto, solo les inspira desconfianza. Porque, como reconoce el presidente del comité de empresa, Pedro López, «la situación es insostenible y no se puede alargar más». Como avanzó Mediterráneo, su principal inquietud es que pretenden llevarlos al límite para que renuncien a sus derechos.

EXIGENCIAS / Aun así, la demanda principal es la de mantener abierta la empresa. Sus trabajadores, a través de sus representantes, aseguran que «tiene capacidad, mercado y clientes», por lo que apuntan a los gestores como únicos responsables de un proceso de liquidación que solo tiene una salida clara --a no ser que aparezca un inversor que quiera reflotar la actividad--, el despido de la totalidad de la plantilla, que, llegado este punto, solo percibirá el mínimo legal como indemnización.

En su protesta, los trabajadores contaron con el apoyo de una nutrida representación municipal, encabezada por la alcaldesa, Tania Baños, junto a concejales del PP, Compromís o EU. Baños no duda en señalar que «la Vall d’Uixó no puede permitirse esta situación», el más que probable despido de 154 personas. Admite ser conocedora de los, al menos, tres contactos mantenidos por el comité de empresa con los portavoces de la gerencia, que solo sirvieron para que los primeros pudieran plantear sus demandas y preocupaciones por la situación.

La última noticia ha sido la entrada en liquidación, por lo que ahora es un administrador concursal el que dirige el futuro de Stylsaf, «una de las cinco primeras empresas de la ciudad en número de empleados», según hace hincapié la primera edila.