Las fiestas ligadas al patrón de los animales estuvieron ayer presentes en diferentes puntos de la provincia. Por tercer fin de semana consecutivo, hubo actividades de norte a sur que, en algunos casos, estuvieron marcadas por el temporal de nieve del viernes. Es el caso de Herbés, donde se llegó a temer por una posible suspensión. Adrià Serret, miembro de la Asociación Cultural Lo Botadó, apuntó que los preparativos «fueron complicados, al estar incomunicados en el puerto de Torremiró. Sin embargo, pese a los problemas iniciales, todo se fue normalizando y hubo una buena asistencia de gente», con lo que se mantuvo la costumbre arraigada durante generaciones.

En Cinctorres, lo más destacado fue la conmemoración de los 25 años de la representación de la vida del santo. Por ello, la obra fue esta vez especial, con un sentido homenaje a todas aquellas personas que han intervenido a lo largo de todos este tiempo, en especial, a los que han fallecido.

Lejos de Els Ports, en Viver, los clavarios de San Antón iniciaron un intenso fin de semana con un encierro campero, que recorrió los parajes más bellos de la localidad. Se contó con 10 astados de la ganadería de la Cañada, en La Rioja, acompañados por 60 équidos y una multitud de vecinos. Se trata de una cita novedosa, que ha combinado dos grandes aficiones, como el caballo y el toro.

BENDICIÓN / Sant Jordi llevó a cabo la bendición de los animales y el reparto de cocas. Las amas de casa de La Llar elaboraron 600 unidades para repartir tras la misa y 600 casquetes de confitura que se repartieron en la cena popular, además de los rotllets.

También en el Baix Maestrat, Alcossebre vivió el día más intenso de la programación. Por la mañana, los mayorales del núcleo costero de Alcalà levantaron la hoguera, que se quemó por la noche, seguido del pa i porta.

Hoy continuarán los eventos en esta localidad costera con la bendición de las mascotas. Además, si el tiempo no lo impide, también están previstos los arraigados festejos en Almenara.