El esperpento político de la Vilavella escribirá esta tarde un nuevo capítulo, cuando en el pleno para la aprobación de las delegaciones municipales, el edil tránsfuga del PP que dio la alcaldía al PSOE ausentándose del pleno del 15 de junio, Abelardo Zaragoza, entre a formar parte del equipo de gobierno surgido del pacto entre populares e Independents per la Vilavella, después de que su voto fuera determinante en la elección de Carmen Navarro (IxLV) como alcaldesa, el día de la dimisión de Manel Martínez (PSOE) por la publicación de unas conversaciones comprometidas filtradas por el Partido Popular.

Lo que parece un rompecabezas postelectoral no es más que el relato de unos hechos en el que todavía queda por resolver un interrogante. ¿Dimitirá o no Martínez como concejal, tal y como anunció cuando dejó la alcaldía?

Ya no es militante socialista, y «por el momento», como confirmó el portavoz de su grupo municipal, Sebastià Roglà, seguirá siendo concejal. Al menos hasta que se encuentre un sustituto, una decisión sin fecha determinada.

A la vista de los hechos, desde las filas socialistas recordaron las «graves» acusaciones del PP en las que les señalaban como responsables de la traición de Zaragoza, al decir que lo habían comprado. Y es que, en un giro más en esta peculiar historia, será responsable de Seguridad, Tráfico y Nuevas Tecnologías, en un equipo en el que Navarro (IxLV) dirigirá Hacienda y Urbanismo, e Inma Traver (PP) Cultura, Educación y Patrimonio.