La cita con la tradición volvió a tener una respuesta masiva. Cientos de vecinos salieron ayer a la calle, a pesar de las bajas temperaturas, para celebrar Sant Antoni. con la matxà como acto central. La pequeña vía que lleva el nombre del patrón acogió a los participantes en el desfile vespertino, que recorrió la calle San Joaquín, la plaza de la Iglesia, las calles Virgen de la Luz, Mayor, San Marcos, Santa Cruz y Trinidad. El párroco, Ángel Tapiador, bendijo a las mascotas frente al templo de la Natividad tras la misa.

Todos los participantes fueron obsequiados con las 2.500 monas bendecidas y las cintas conmemorativas en casa de los clavarios José Manuel Ortiz y María Salomé Bagán, que la mantuvieron abierta para exhibir la imagen del santo. A esas horas, en la plaza Santa Teresa, ya lucía la hoguera, donde los niños depositaron la leña durante la semana, mientras vecinos y visitantes participaban en el porrat popular. La jornada comenzó a primera hora del día con el almuerzo de los caballistas en el paraje de Santa Quiteria, en el que también participó la corporación municipal.

También por la mañana, Scouts Tramuntana, Lluïsos Almassora, la Escuela de Tambores y Bombos y la asociación El Torrelló, así como gente anónima, participaron en la bendición de los dulces.