Alrededor de 30 empresas han mostrado ya su interés por pujar por la única parcela para construir un hotel existente a primera línea de playa en Benicàssim, que saldrá en un breve plazo de tiempo a subasta. Se trata del solar en el que se encuentra una estructura de hormigón abandonada desde hace décadas, junto a los apartamentos Hawai.

La mercantil propietaria (Agrícola Éxito SL) está en concurso de acreedores y el proceso llega a su fin. Por ello, se espera para próximas fechas el concurso que tanta expectación despierta, según explicó el concejal de Urbanismo benicense, Carlos Díaz. El edil indicó que el terreno ya se puso en el mercado una vez, por su venta se declaró desierta. «En breve, se repetirá este proceso, pero sin una cantidad mínima, por lo que quien más dinero ponga en el sobre se lo llevará», detalló. Y concretó que «el juez abrirá un plazo de 10 días» para hacer ofertas.

Estas características de la operación la convierten en una buena oportunidad para empresarios hoteleros de todo el país, que en las últimas semanas han llamado al consistorio para pedir información y poder participar.

LA TRAMITACIÓN // Por su parte, la administradora concursal, Pilar Pardo, indicó que «el juzgado está cumpliendo con toda la tramitación legal para volver a abrir esta fase. Y una vez se lleven a cabo los trámites de comunicación a todas las personas interesadas, saldrá a subasta», indicó.

En el 2013, el pleno de Benicàssim aprobó una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana del 1994 para cambiar la calificación de este solar, situado a mitad de la avenida Ferrandis Salvador, entre los apartamentos Hawai y Estoril, a suelo hotelero. Y es que el único fin para este terreno privado era el de la construcción de un aparcamiento público, algo que no resultaba ni atractivo ni rentable.

Pocos meses antes, el propietario había instado al Ayuntamiento a expropiarlo, valorándolo en más de siete millones de euros, cantidad con la que el consistorio no coincidía, por lo que se optó por tratar de darle viabilidad a estos terrenos, cambiando la calificación del suelo y aprobando también sus bases de ejecución.

De este modo, la parcela, de unos 5.500 m2, quedó calificada como hotelera pero sin perjuicio del estacionamiento público, que deberá construirse en la segunda planta subterránea, mientras en la primera podría ubicarse el aparcamiento del hotel. El establecimiento también contaría con un bajo y un máximo de seis alturas, tal y como establece el PGOU para cualquier suelo de carácter dotacional. De este modo, la ciudad, con escasez de plazas hoteleras, podría contar con 60 o 70 habitaciones más.

Además, las bases contemplan mejoras destacadas, como retranquear el área de la fachada del litoral para que haya una pequeña zona ajardinada para que el futuro negocio gane en visibilidad.

Díaz recordó que en «el año 2000 vino un empresario libanés que quería hacer un hotel de cinco estrellas de lujo y compró el solar a través de una sociedad. El proyecto incluía unos baños termales y querían hacer también una especie de muelle para poder atracar los barcos pero, tras los atentados del 11S del 2001, desapareció y se vendió».