Vinaròs aprobó ayer los presupuestos del 2018, que ascienden a 28 millones, 3,7 millones más que el ejercicio anterior, aunque sin el apoyo de la oposición. El alcalde, Enric Pla, explicó que el aumento de las cuentas ha sido debido a la inclusión de parte de los planes Feder para desarrollar la Edusi y las subvenciones procedentes de la Generalitat.

La concejala de Hacienda, María Cano, destacó, por su parte, que antes de concluir el año deberán contratarse los proyectos incluidos en los fondos europeos y que se prevén otras dos actuaciones destacadas en las cuentas del Consell: El segundo centro de salud y el colegio Jaume I. De este modo, se contemplan partidas destinadas a urbanizar los terrenos del PAI SUR 17 para el ambulatorio, así como para concluir la urbanización de la parcela que acogerá el centro escolar.

El PP votó en contra al considerar su portavoz, Juan Amat, que «a pesar de que estas previsiones suponen un incremento muy importante respecto a otros años, no hay ninguna rebaja de los impuestos y tasas a los ciudadanos ni ninguna inversión relevante, lo que constata que no existe proyecto de ciudad». Amat señaló que el apartado de actuaciones «no se incluyen proyectos significativos más allá de los 100.000 euros para el cementerio y una aportación genérica para la Smart City». Además, «no se incorpora ni un euro para la construcción de la piscina, cuando hay recursos», remarcó.