Ante las críticas vertidas desde el pasado pleno por el PP y Ciudadanos respecto del cierre de la piscina de verano y la gestión que está realizando el equipo de gobierno, el tripartito que dirige el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó defendió que en todo momento está primando un criterio de supervisión estricta de las concesiones de los servicios públicos, como ya sucedió antes con el complejo deportivo de Vallpala o el contrato de recogida de basura, lo que contrastaría, según su opinión, con la laxitud con la que los gobiernos del Partido Popular adjudicaron y supervisaron esos mismos servicios.

Fuentes del Gobierno local recordaron que «lo que antes era coherencia y responsabilidad, ahora es incompetencia y abandono», en referencia a la situación que se vivió en el año 2012, cuando los populares «dieron los mismos motivos para el cierre, pérdidas económicas y mal estado de la piscina». En el 2014, «antes de las elecciones, adjudicaron».

En defensa de su gestión, explicaron que todas las decisiones se han tomado en base a un informe del Consell Jurídic Consultiu. «Sin esa resolución no habríamos podido recuperar las llaves» y afearon tanto a PP como a Cs que «desconocen el funcionamiento de la administración».